CON UNA MANO EN EL CORAZÓN BRINDEMOS POR LA
CONGREGACIÓN
Otro año más nuestra Congregación se viste de Gala para celebrar el día de la Virgen Dolorosa y cada una de las casas se prepara para tan significativo y esperado día al igual que también celebramos el cumpleaños de nuestra Fundadora, Madre desamparados y el Santo de nuestra querida hermana Dolores.
En esta fiesta no ha faltado ni un detalle, en primer lugar, rezamos el septenario de la Virgen Dolorosa, cada día con su dolor explicado por nuestro capellán, se inició la fiesta con la solemne celebración de la Eucaristía en donde se pidió por todas las hermanas de la Congregación y por todas las casas y también se hizo mención de Madre desamparados, ya que fue el pilar en donde se ha solidificado esta Congregación.
Fue una misa sencilla pero llena de sentido cristiano y con mucho significado, ya que al celebrarlo esta Congregación otro año más se pone de manifiesto la perseverancia y el buen hacer de las hermanas y de todos los que nos hacen bien.
Después del matiz religioso y espiritual también hubo otros actos que también formaron parte de este día y uno de ellos fue la música, que estuvo presente todo el día haciéndonos todo más ameno y divertido.
Como la misa fue muy pronto, después de la misma nos fuimos al patio, pues nos hizo un buen día y estuvimos bailando y escuchando música, al tiempo que en cocina preparaban una muy sabrosa y elaborada comida, comimos todos en el salón de actos, en donde estábamos todas las chicas, junto con las hermanas, señoritas y personal y contamos con algunos invitados de excepción como: Raquel Jimeno con sus niños y Laura con su hija y los familiares de una residente y de terapeuta ocupacional, todos éramos como una gran familia.
Después de la comida y como sorpresa tuvimos la discoteca, en donde casi tres horas bailamos como descosidas y en donde podíamos elegir la música que queríamos bailar y durante el baile nos dieron un refresco para matar el gusanillo y reponer fuerzas y seguir bailando.
Ya sobre las ocho cenamos en el salón pizzas, habían de toda variedad y como postre un heladito.
En líneas generales fue un día muy bonito y esperado en donde todo el mundo colaboró para que todo fuese sobre
ruedas y saliese bien, la verdad que siempre estos días nos dejan un buen sabor de boca y muy buen recuerdo, y esperemos que siga siendo así eso significará que esta casa y la Congregación seguirá dando muchos y buenos frutos para que todas podamos disfrutar mucho.
Damos las gracias en primer lugar a la Madre general, y a todas las hermanas, que sin ellas esto no se podría hacer y además tan bien organizado y pensado y después damos las gracias a las señoritas y al personal que al estar cerca de nosotras nos ayudan en nuestras necesidades y nos apoyan en todo momento, MUCHAS GRACIAS A TODOS POR VUESTRA COMPAÑÍA Y BUENOS SENTIMIENTOS, UN ABRAZO MUY FUERTE Y ESPERAMOS ESTAR CON TODOS VOSOTROS EL AÑO QUE VIENE Y SI DIOS QUIERE MUCHOS AÑOS MÁS.
Carmen Botella
